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El aporte de la academia en el desarrollo social y económico de la región*

Universidad Católica San Pablo participa de diversas iniciativas conjuntas con otras instituciones para aportar al desarrollo de Arequipa y el país y también asume acciones propias.

Dr. Alonso Quintanilla Pérez-Wicht, rector de la Universidad Católica San Pablo.

Como seguramente sabemos, el término universidad proviene del latín universitas, concretamente de la expresión “universitas magistrorum et scholarium”, es decir, un “ayuntamiento de maestros y de escolares que es hecho en algún lugar con voluntad y con el entendimiento de aprender los saberes”, usando la clásica expresión de Alfonso X, llamado el Sabio.

Buscando los saberes, la comunidad de maestros y estudiantes se reúnen para encontrar la verdad, entendida como la adecuación de la mente a la realidad. La universidad intenta así responder a las preguntas fundamentales: sobre la verdad metafísica, que se cuestiona no solo cómo son las cosas, sino también por qué son como son;   y sobre la verdad cotidiana o asuntos de sabiduría práctica, tales como cuál puede ser la mejor forma de construir un puente con la resistencia adecuada al peso que llevará, la manera de formular  los estados financieros de modo que expresen la situación real de una empresa, el mejor y más eficiente diseño de planta para un proceso industrial determinado o el modo más eficaz de utilizar la tecnología 5G al servicio del hombre, por nombrar solo algunos ejemplos.

Parte de las preguntas de fondo que hace la academia tiene que ver con los graves problemas de la cultura contemporánea, tales como la protección de la dignidad de la vida humana, la promoción de la justicia para todos, la calidad de vida personal y familiar, la protección de la naturaleza, la búsqueda de la paz y de la estabilidad política, una distribución más equitativa de los recursos del mundo y un nuevo ordenamiento económico y político que sirva mejor a la comunidad humana a nivel nacional e internacional[1]. Esto obliga a las universidades a interesarse e involucrarse activamente en el desarrollo de los pueblos donde ejercen su labor académica.

Al hablar del desarrollo de los pueblos, vale la pena preguntarse sobre qué es desarrollo, qué significa este término y que implicaciones trae consigo. Diríamos que es común reducir este concepto al simple crecimiento económico. Si bien lo incluye, no es el único elemento del mismo. En el mundo y en nuestro país, tenemos sobrados ejemplos de grupos con altos ingresos, pero en los que no necesariamente hallamos desarrollo humano.

Se tiene que ampliar el concepto más allá del crecimiento económico, de modo que incluya elementos que tengan que ver con el bienestar integral del ser humano, con la posibilidad de adquirir una visión trascendente que permita encontrar un sentido de propósito en la vida humana y en el que todos puedan aspirar, con derecho, a forjar un proyecto de vida que les traiga satisfacciones y les ayude a encontrar su lugar en el mundo.

En este marco, podríamos afirmar que el desarrollo es el paso de condiciones menos humanas a condiciones más humanas. Menos humanas: las carencias materiales de los que están privados del mínimum vital y las carencias morales de los que están mutilados por el egoísmo. Menos humanas: las estructuras opresoras que provienen del abuso del tener o del abuso del poder, de la explotación de los trabajadores o de la injusticia de las transacciones.

Más humanas: el remontarse de la miseria a la posesión de lo necesario, la victoria sobre las calamidades sociales, la ampliación de los conocimientos, la adquisición de la cultura. Más humanas, también: el aumento en la consideración de la dignidad de los demás, la orientación hacia el espíritu de pobreza, la cooperación en el bien común, la voluntad de paz. Más humanas, todavía: el reconocimiento por parte del hombre de los valores supremos y de Dios, que de ellos es la fuente y el fin[2].

A este concepto, mucho más rico y amplio, podemos llamarlo desarrollo humano integral, que incluye, protege y promueve la inversión privada para conseguir crecimiento económico, pero que va más allá, buscando proteger la libertad política y orientando toda actividad humana hacia un fin superior que es la promoción hacia la plenitud de cada hombre, de cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera.

 

Dr. Alonso Quintanilla Pérez-Wicht, rector de la Universidad Católica San Pablo.

 

En nuestra región, en los últimos años encuentro un despertar de las universidades por trabajar en esta esta grave obligación moral a la que la academia está llamada. En el año 2005 se formó la Agenda para el Desarrollo, integrada por la Universidad Nacional de San Agustín, la Universidad Católica Santa María y la Universidad Católica San Pablo con el propósito de formular a las autoridades regionales y gobiernos locales, propuestas técnicas que ayuden a su gestión impulsando el desarrollo humano integral.

En 2005 se presentó la primera propuesta integral de desarrollo local llamada Agenda para el Desarrollo Regional, organizada en cuatro dimensiones: 1. La social, que incluye educación, salud, capital social, medio ambiente y desarrollo urbano. 2. Los sectores económicos de efecto multiplicador, que incluye turismo, minería, sector agropecuario y exportación. 3. Las actividades de soporte, que incluye infraestructura, fuentes de financiamiento y desarrollo de proyectos, y 4. Actitudes de la población.

Actualmente se elabora la cuarta edición de la agenda y se prevé un evento para la primera semana de septiembre para su difusión y posterior entrega. En este cuarto documento —además de las cuatro dimensiones tratadas anteriormente—, se incluye una quinta: la dimensión de ciencia, tecnología e innovación.

Se ha creado también una secretaría técnica permanente de la Agenda para el Desarrollo que coordina la realización de estudios específicos para ayudar en la toma de decisiones de las autoridades y que busca estar disponible a los requerimientos de las mismas. Lamentablemente y pese a todos los esfuerzos, esta información y estudios no han sido siempre recibidos o tomados en cuenta por las autoridades. Muchas horas de trabajo profesional y prácticas de estudiantes realizando trabajo de campo se han perdido o debieron haber sido mejor acogidos.

Otra iniciativa importante es el Congreso Anual para la Región Arequipa, CARA, que tiene como objetivo establecer espacios de diálogo entre las autoridades políticas, gremios, empresas, academia y estudiantes. Auspiciado desde 1997 por la Cámara de Comercio e Industrias de Arequipa y el Centro de Estudiantes Católicos (CEC), se propone integrar a los líderes y actores sociales en torno a la búsqueda del bien común, consensuar una visión compartida sobre el desarrollo de la región Arequipa, lograr acuerdos concretos sobre temas en discusión, sobre nuevas propuestas que viabilicen soluciones efectivas y comunicar a la población los acuerdos y avances que se vayan alcanzando.

Además del CARA (Congreso Anual sobre la Región Arequipa) central que suele organizarse cada mes de noviembre, se ofrecen también el CARA Juventud, el CARA Emprende, el CARA Educación y el CARA Escolar entre otras actividades a lo largo de cada año. Estos encuentros son organizados por estudiantes de las más importantes universidades e institutos de Arequipa y constituyen también, un significativo aporte de la academia al desarrollo humano integral de nuestra región al promover espacios de encuentro, motivación, crecimiento personal y profesional.

Este año la Universidad Católica San Pablo cumplió 25 años de fundación. Acercándose a su aniversario y con la madurez propia del tiempo que va transcurriendo, la UCSP decidió crear el Prorrectorado para el Desarrollo cuyo objetivo es coordinar los esfuerzos de esta casa de estudios con los diversos actores sociales regionales, tratando de articular acciones que promuevan el desarrollo humano integral en nuestra región.

Este prorrectorado tuvo un papel importante durante la pandemia apoyando al Comando Covid regional, coordinando la atención psicológica en línea a la población que lo requería, llevando música de la Orquesta Filarmónica Juvenil, fabricando prototipos de cánulas de alto flujo para pacientes covid, entre otras iniciativas. Se logró también entregar miles de chips y cientos de laptops a estudiantes de escasos recursos para que no interrumpan sus estudios universitarios.

A partir del año 2022, se lanzó el proyecto Comunidad en Marcha y junto con la Cámara de Comercio de Arequipa y Cáritas Arequipa, tiene como objetivo evaluar y promover el desarrollo integral solidario en la región, difundiendo y monitoreando indicadores de desarrollo y percepción basados en la aplicación de encuestas y entrevistas en Arequipa Metropolitana e información obtenida de fuentes secundarias. Estos indicadores se publican trimestralmente y esperamos que contribuyan a que la ciudadanía pueda evaluar la gestión de sus autoridades locales.

Es mucho esfuerzo, pero es insuficiente. Todos, incluyendo la academia, tenemos la responsabilidad de contribuir a la generación de riqueza y de crear capital social entendido como el conjunto de obligaciones morales recíprocas que han sido asumidas por los miembros de una sociedad para que las instituciones funcionen en forma adecuada.

Supone confianza, respeto, la vivencia de la solidaridad y la búsqueda del bien común, entendido como el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten, ya sea a la colectividad como a sus miembros, alcanzar la propia perfección más plena y rápidamente.

Tenemos la obligación de humanizar la sociedad a través de nuestras actividades de formación y preparación de profesionales, así como de las actividades de investigación, de proyección social, de promoción del arte y de la cultura de modo que contribuyan a forjar un mejor país en el que todos podamos aspirar, con derecho, a un proyecto de vida personal y comunitario.

Aunque queda todavía mucho por hacer, podemos ver que la academia está comprometida en brindar lo que esté a su alcance para mejorar las condiciones de vida de todos los habitantes de nuestra región.

*Artículo escrito para la revista de ADEPIA (Asociación de Empresas del Parque Industrial de Arequipa), edición por el 482 aniversario de Arequipa.

[1] Constitución apostólica Ex Corde Ecclesiae 32, San Juan Pablo II

[2] Populorum Progressio 21, San Pablo VI

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