01 de julio, 2019
Especialista español, Dr. José Luis Cuesta Gómez, participó en evento organizado por el Departamento de Educación de la UCSP
Hace poco se celebró el Día del Orgullo Autista (18 de junio), fecha que tiene por fin hacer notar que esta no es una enfermedad sino una condición y, por ende, que quienes la tienen no deberían ser discriminados. Es en este contexto que el Dr. José Luis Cuesta Gómez, especialista en Pedagogía Terapéutica y doctor en Ciencia de las Educación de la Universidad de Burgos, España, nos recordó la importancia del involucramiento social en la atención a las personas que tienen con autismo para hacer más llevadera su situación.
Su arribo a Arequipa fue para participar en la Jornada de Inclusión Educativa en Autismo organizada por el Departamento de Educación de la Universidad Católica San Pablo en unión a la Asociación Abai Perú.
¿El autismo es un tema en que deberíamos involucrarnos a todos o por lo menos conocerlo?
Sí, porque todos en algún momento, sabiendo las cifras de prevalencia y aumento tan espectacular de los casos de autismo, vamos a convivir con una persona con autismo. Puede ser un familiar, un amigo, un compañero de trabajo, un vecino, etc. Tenemos que estar preparados para convivir y también para aprender de la diversidad. Hay pautas sencillas con las que podemos tener una mejor relación con ellos y ayudarlos a que se sientan mejor.
Hace algún tiempo hubo un caso de un niño autista que se perdió y falleció ahogado, muchos lo vieron, pero no hicieron más para ayudarlo.
Es penoso que ocurran casos tan dramáticos para que nos demos cuenta que existen personas con autismo. Hemos perdido mucho el contacto directo con las personas, entre nosotros mismos. Vivimos de una forma más individual, las formas de comunicación son distintas, somos más egoístas a nivel social. Cuando tengamos una persona alrededor que tenga dificultades puede ser autismo o cualquier otra condición hay que estar allí para apoyarlos. El apoyo social es la mejor vía de seguridad de desarrollo y de bienestar para las personas con autismo. Debemos estar abiertos a ayudarlos o a que encuentre la ayuda que necesita.
¿Cuán importante es el rol de los padres?
Es fundamental porque los círculos de apoyo más naturales para una persona con autismo es su familia. Los padres no son profesionales, pero si apoyan con las indicaciones que le dé un profesional, va a aportar mucho dentro y fuera de casa. De este modo una persona autista va a tener una intervención natural a lo largo del día.
¿Cómo deben actuar los padres, entonces?
Yo, lo que aconsejo a los padres de niños con autismo que traten a sus hijos con la mayor naturalidad que puedan. No lo sobre protejan. Es muy favorecedor que ellos puedan tener contacto con otros niños, jugar en el parque, ir de vacaciones, tomar transporte público. Cuantas más experiencias de vida puedan tener les será más positivo porque para una persona con autismo, estas resultan más beneficiosas que incluso los aprendizajes escolares.
¿Qué signos deben poner en alerta a los padres?
Los padres tienen que ser muy observadores porque hay señales de alerta en el desarrollo de un niño que pueden tener relación con el autismo o cualquier otra dificultad. En esos casos lo mejor es que los padres recurran a un especialista para descartarlo o tener un diagnóstico certero. Entre esas señales está la ausencia de juego simbólico, es decir cuando no usan su imaginación, por ejemplo, que un vaso sea un avión o un lapicero una varita mágica, entre otros. Asimismo, cuando no responden a estímulos auditivos grandes o parecen sordos, las respuestas desproporcionadas a cualquier estímulo que para nosotros es normal y también las rabietas sin sentido y de manera frecuente.
¿El autismo tiene que ser tratado por especialistas, no es cuestión de limitarse solo al afecto?
El autismo precisa de un especialista, que no se confunda ello. Las personas que sensibilizadas pueden apoyar de un modo muy importante pero el tratamiento, pero son sólo eso un apoyo. Ahora es importante decir que tampoco se trata de aplicar cualquier tratamiento, hay algunos que no tienen ningún rigor científico pero que los promueven o incluso aplican. Entonces allí si hago un llamado a los padres a tener cuidado porque en lugar de ayudar complicarán más el estado de sus hijos.
Sí bien este es un tema enfocado en los niños, no es exclusivo a ellos, usted mencionaba el caso de un gerente con autismo.
Una persona nace y muere con autismo. No se cura, así que estamos hablando de niños, adolescentes y adultos y personas en edad más avanzada. El autismo es una discapacidad muy diversa, a veces se une con discapacidad intelectual, pero en otros casos no, entonces sus dificultades sociales, comunicativas y a nivel de comprensión del mundo son más sutiles o se compensan con otras habilidades que les permiten tener un desarrollo de vida bastante independiente, estudiar, sacar su título y por supuesto trabajar.
¿Qué rol juegan las instituciones educativas y en especial la universidad?
Es importante que las universidades planteen programas de formación complementaria sobre autismo, no solo para las carreras como Educación o Psicología, sino para todas, porque todos, independientemente de la profesión, vamos a tener contacto con personas con discapacidad y con autismo en diferentes entornos. Entonces debemos estar preparados porque en nuestras manos está el éxito o fracaso de la inclusión escolar, laboral y social de las personas que tienen autismo y también de nosotros depende facilitarles vida.
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