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El medio ambiente arequipeño: Un nuevo aniversario y pocos avances

Arequipa tiene varios retos ambientales que afrontar. Imagen: Internet (El Montonero)

 

En medio ambiente todavía hay problemas por resolver. El recojo de basura fue un efecto colateral de la pandemia, mientras que la contaminación del aire vuelve a sus altos índices iniciales.

Arequipa está próxima  a cumplir 480 años de fundación española, fecha que llega en medio de una pandemia,  que si bien a sus inicios benefició al medio ambiente de la ciudad con el paso de los días la situación se agudizó y tienen en la mala gestión de la basura uno de sus más claros ejemplos. Nuestra ciudad no se caracteriza por el cuidado del medio ambiente, son diversas nuestras debilidades pero también hay oportunidades.

Primero reducción

En abril, con la cuarentena social general, se registró una reducción de la contaminación del aire hasta en 70%. Arequipa volvió a tener un cielo azul luego de 40 años debido a la ausencia casi total de vehículos, principales emisores de los principales contaminantes atmosféricos en la ciudad. Semanas después, es otro problema ambiental el que se ha puesto en manifiesto: la basura. Basta con ver las calles regadas y la situación se agrava cuando se tratan de residuos biocontaminados como guantes o mascarillas o los desechos que provienen de establecimientos relacionados a la salud.

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Mgtr. Joel Arias Enriquez, director de la Escuela de Ingeniería Ambiental.

La adecuada gestión ambiental no es algo característico en Arequipa, a los problemas del aire, residuos sólidos, se les debe sumar la contaminación del agua, el crecimiento desordenado de la ciudad y por ende mala distribución de los espacios territoriales. Y claro, como el resto del planeta, los desastres naturales y el cambio climático complican nuestra situación.

ElMgtr. Joel Arias Enríquez, director de la Escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica San Pablo ha analizado cada uno de estos aspectos en el estudio sobre la dimensión territorial-ambiental de la región para la Agenda de Desarrollo Sostenible para Arequipa 2019 -2023. En su trabajo también plantea una serie de alternativas para la región y la ciudad.

El debate de este tema no debería pasar desapercibido sino se cambia la perspectiva de desarrollo de la ciudad incluyendo mejorar la calidad ambiental, estaremos en problemas. Esto es lo que se llama desarrollo sostenible, un concepto que promueve un crecimiento económico, social y también ambiental.

Agua

Las condiciones climáticas y geográficas de la región nos han permitido tener fuentes de agua como para tener un servicio de 24 horas, un privilegio en comparación a otros lugares. Ello nos ha hecho olvidar que este es un recurso limitado. Situación que se complica con el cambio climático y desastres pluviales, huaycos e inundaciones; pero, así como hay fuertes precipitaciones también se pueden producir fuertes sequias. Se calcula que para dentro de 15 a 20 años habrá un déficit de agua en la región debido al deshielo de los glaciares.

El crecimiento de población también ha hecho evidente la falta de infraestructura para dotar del recurso hídrico a estos nuevos asentamientos; y no solo a ellos, sino también para el agro y para la industria (minera y otras que en su conjunto consumen el 7% de agua de la región). Ahora bien, el sector que más uso hace del agua en la región es el agro, el problema es que sigue siendo, en su mayoría, por inundación o gravedad lo que provoca no solo el desperdicio del recurso, sino también la erosión del suelo.  El agua es igual de importante para generar electricidad en la región a través de las centrales hidroeléctricas con las cuales se cuenta.

Río Chili

En cuanto al tratamiento, el río Chili sigue siendo el depositario de las aguas negras principalmente domiciliarias hasta en 74.45% del total de efluentes que recibe, el resto proviene de las actividades industriales y de generación de energía. Y es que pese a que se cuenta con una nueva planta de tratamiento, La Enlozada, no es suficiente. La Escalerilla, solo procesa solo al 40% de su capacidad, la antigua planta de Chilpina hace rato sobrepasó su capacidad y concluyó su funcionamiento. A esto se suma, que hace falta mejores programas de tratamiento de efluentes industriales como, por ejemplo, del cuero.

Aire

La forma de plato hundido de la ciudad nos juega en contra pues hace que los contaminantes atmosféricos no fluyan fuera de nuestro cielo. De modo natural, los volcanes que rodean a nuestra ciudad emiten algunos contaminantes, pero son las actividades humanas las que han complicado la situación, tanto las actividades industriales, pero principalmente los vehículos del parque automotor, porque son antiguos y usan combustibles fósiles para su funcionamiento. No hay hasta ahora, un plan masivo que promueva el uso de combustibles más limpios u otro tipo de movilidad ecológica. Si bien se está promoviendo las ciclovías, la respuesta no ha sido del todo exitosa. Cabe señalar que el 80% de unidades que transitan por la ciudad pasan los límites permisibles de contaminantes que deben emitir.

Las zonas con mayor flujo vehicular son también las que tienen el aire más contaminado. Son distintos los contaminantes el CO2 y otros gases que contribuyen al calentamiento global; así como también el material particulado, también conocido como hollín, que es parte de la contaminación atmosférica. Todos afectan nuestro sistema respiratorio y guardan relación con enfermedades como el cáncer pulmonar.

Desechos y suelos

En este aspecto nuestra ciudad pierde cada 1,5% espacio agrícola y por ende áreas verdes. La campiña se está extinguiendo y  las zonas de riesgo de la ciudad están siendo ocupadas por más viviendas construidas de modo empírico, lo que nos hace más vulnerables aún a los perjuicios de los sismos, inundaciones y otro tipo de desastres naturales.

En cuanto a los residuos sólidos. Cada día en la ciudad se generan 482.78 toneladas de basura de origen urbano, casi el 60% son orgánicos por ende podrían ser aprovechados con un buen plan de reciclaje, que aún no se aplica de manera masiva en Arequipa. Solo hay iniciativas particulares, que resultan insuficientes.

¿Qué hay en Arequipa? Botaderos a cielo abierto de los que también se emanan gases contaminantes del aire. Hay una planta de transferencia residuos pero no hay, hasta ahora,  un sistema de tratamiento de los residuos, peor, aun como advierte, el especialista con la pandemia ha crecido la emisión de residuos biocontaminados por parte de la población y establecimientos de salud. Estos necesitan un tratamiento especial que solo se da en Lima. Allí un problema grave si no hay una adecuada gestión de este tipo de desechos hasta se podría generar un rebrote del coronavirus, pues ya se sabe lo altamente contagioso que es.

La gestión ambiental

Entre las debilidades de Arequipa en este punto está la falta de mayor capacitación y presupuestos para los sectores y organizaciones que trabajan en el campo ambiental, así como un compromiso real que pase del discurso a la acción. A ello se suma la poca educación y conciencia ambiental de la población.  Pero también existe una falta de profesionales capacitados y formados en campos del conocimiento que nos ayuden a generar estrategias para estos y otros aspectos y problemas ambientales como los ingenieros ambientales.

No todo es malo, Arequipa tiene una ubicación estratégica que puede ser mejor aprovechada, fondos de canon minero que también pueden ser utilizados en proyectos y obras ambientales. A esto se suma que hay también nueva normativa que apoya estas acciones y más profesionales especializados en materia ambiental.

En su análisis, tras la pandemia se podría impulsar el turismo ecológico como una actividad que permitiría conservar recursos y explotarlos de manera adecuada. Del mismo modo es clave desarrollar programas de educación ambiental porque la reducción de contaminantes es algo que debe partir desde casa desde cada uno. “Sin el apoyo de la población cualquier medida será insuficiente”, afirma.

Además se debe impulsar un plan de obras relacionadas y modelos de negocios a partir de los desechos como la economía circular y la simbiosis industrial, más plantas de transferencia de residuos sólidos, entre otras para mejorar el tratamiento de agua, además se requiere de planes de reordenamiento de la ciudad y también del transporte para dejar de tugurizar ciertas zonas que son las que más contaminadas.

“Lo que no se está teniendo en cuenta es que el aspecto ambiental es clave para el desarrollo de cualquier lugar. No se puede crecer ni económica o socialmente en desequilibrio con nuestro habitad natural. Debemos buscar el camino hacia un desarrollo sostenible”, finaliza el Mgtr. Arias Enríquez.

*Reportaje publicado en el diario El Pueblo del 10 de agosto de 2020.  Pueden verlo AQUÍ

Medio Ambiente de Arequipa

Publicación de El Pueblo del 10 de agosto, página 7.

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