24 de mayo, 2023
Por: Universidad Católica San Pablo
Los emprendimientos con base tecnológica tienen más potencial para permanecer en los mercados, dijo Karen Gutiérrez, jefa de Sección de la Incubadora de Negocios, Kaman de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), durante el conversatorio “Incubación de emprendimientos de base tecnológica y su transferencia al mercado”.
Este evento, realizado por la Semana de la Investigación de la UCSP, reunió a los jefes y coordinadores de las incubadoras de negocios de las universidades San Agustín (UNSA), La Salle y Católica Santa María (UCSM), además de la San Pablo, como anfitriona. Gutiérrez indicó que los emprendimientos tecnológicos tienden a ser más flexibles en sus modelos de negocios, lo que les permite escalar con mayor facilidad. “Promover este tipo de emprendimientos y conversatorios como estos, es importante para dialogar y contribuir a que sigan creciendo”, dijo. Destacó que en Arequipa ya existe una cultura de emprendimiento e innovación. Al inicio costó, pero ahora permite trabajar mejor los proyectos, debido a que la mayoría entiende la importancia de emprender y competir en los mercados. El papel del Estado fue clave en el desarrollo de estas capacidades y promoción de los emprendimientos. Ahora es importante incorporar la innovación para aportar más al dinamismo económico y social del país.
La incubadora de la San Pablo nació en 2015, y fue la primera que funcionó fuera de Lima. En la actualidad trabaja sobre dos líneas principales: emprendimientos con base tecnológica y social. Ahora tiene más de 46 proyectos incubados. Su sede es en el campus Sucre de la San Pablo y para más información, pueden escribir al correo electrónico: .
A su turno, Juan Zamata, coordinador general de la incubadora de empresas-Jaku Emprende de la Unsa, destacó la importancia de vincular la investigación con emprendimientos. Por eso es que revisaron los trabajos de investigación publicados en la universidad, a fin de identificar aquellos con potencial para competir en el mercado. En total, los docentes de la Unsa publicaron 1 485 papers o trabajos de investigación. Gracias a estas averiguaciones es que identificaron, por ejemplo, un proyecto que propone la extracción de la cáscara de la naranja para combatir males estomacales y prevenir el cáncer. También encontraron otro que planteaba la fabricación de bolsas biodegradables, a partir de la cáscara de papa.
Stephanie Cheneaux, encargada de la Incubadora Parmenia de la Universidad La Salle, consideró que las empresas deben trabajar de la mano con las universidades para resolver problemas que afectan a la sociedad. En el caso de la universidad que representa, dijo que se encuentran en una etapa de captación de ideas, para luego promoverlas a través de emprendimientos.
Óscar Medina, coordinador general en Innicia de la UCSM, señaló que las universidades juegan un rol importante al aportar conocimiento e infraestructura en el desarrollo de los emprendimientos. Sin embargo, notó que existen algunas barreras. Una, que los proyectos tecnológicos adquieren un crecimiento exponencial, lo que los ayuda a acceder a fondos, pero olvidan trazar un plan que conecte con los usuarios, y en este punto, las incubadoras pueden ayudarles.
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