21 de julio, 2023
Imagen: Internet
Desde el 24 de febrero, Rusia ataca militarmente a Ucrania y ya ha avanzado por gran parte de dicho país. Este conflicto es el más grave, que se vive en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En opinión del politólogo Carlos Timaná Kure, será una guerra corta dada la amplia diferencia entre las fuerzas militares de Rusia y Ucrania, y también va a representar una prueba para la democracia en el orden internacional.
El director del Centro de Gobierno José Luis Bustamante y Rivero de la Universidad Católica San Pablo (CEGOB-UCSP) explicó que la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin se debe a la cercanía que Ucrania ha estado mostrando hacia la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), bloque liderado por Estados Unidos y la mayoría de los miembros de la Unión Europea, al que buscaba incorporarse desde 2014. Este hecho fue asumido por el presidente ruso como una amenaza de Occidente al expandirse hasta el corazón histórico ruso.
“Para Rusia, Ucrania es clave para su defensa y posicionamiento geopolítico. Siente a este país como parte de su territorio porque juntos fueron parte del Imperio Ruso y luego de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), Kiev fue la primera capital de los rusos, entre otros aspectos culturales que los unen. Si Ucrania se unía a la OTAN, para Rusia era como tocar algo que es suyo. Mientras el gobierno ucraniano se mantuvo afín al gobierno de Putin no hubo ningún problema de esta índole. Ahora Ucrania ha quedado en medio de la tensión entre Rusia y Occidente”, comentó.
En su análisis, el actual presidente ucraniano Volodímir Zelenski no supo medir los efectos de las amenazas rusas, pues, al parecer, creyó que tendría el apoyo de los países miembros de la OTAN, pero eso resultaba poco probable porque Rusia no dejaría ir a Ucrania tan fácilmente y la OTAN busca disuadir, no cazar peleas, más si se cuentan con arsenales nucleares. Otra evidencia de su falta de estrategia frente a este conflicto es que ni siquiera planteó protocolos de evacuación adecuados para su población civil.
Zelenski, actor y empresario, fue el outsider en las elecciones de 2019. El pueblo ucraniano estaba cansado de la corrupción de su antecesor Petro Poroshenko quien trató de mantener el acercamiento a Occidente, tras la salida de Víktor Yanukóvich en 2014 quien era afín a Rusia y huyó del país tras las protestas que los derrocaron a costa de un centenar de vidas.
“Ahora Zelenski, ante la negativa de diversos países de involucrar a sus ejércitos en esta guerra, ha pedido el diálogo con Rusia. A lo que Putin ha respondido que accederá, siempre y cuando, Ucrania deponga las armas, en tanto sigue con su avance militar. Sin embargo, las negociaciones no serán equitativas, pues vamos a tener un vencedor y un vencido. Rusia va a someter a Ucrania y allí vamos a ver qué tanto puede hacer la diplomacia internacional”, opinó Timaná.
Ucrania cuenta con una posición geopolítica estratégica, pues separa a Rusia de occidente, es un país rico en recursos minerales y cuenta con amplios campos agrícolas que abastecen a gran parte de Europa.
Para el politólogo, los países miembros de la OTAN no tienen por qué intervenir con sus ejércitos porque Ucrania no es uno de sus miembros, pero, además, porque si lo hacen hay mucho en juego dado los arsenales nucleares que tanto Occidente como Rusia poseen. Ese escenario es el que se quiere evitar.
“Putin quiere mostrar a Rusia con un poderío imperial en pleno siglo XXI, quiere hacer respetar su lugar en el orden internacional y ese deseo, lamentablemente, se está haciendo a costa de vidas humanas”, sentenció.
En su análisis, en cierto modo, es positivo que la guerra sea corta porque así se puede evitar un mayor número de víctimas —hasta el momento son 137— y consideró clave la disposición de los gobiernos para lograr acuerdos de paz y respeto a la democracia internacional.
“Vamos a ver que tanto peso tendrán las sanciones económicas impuestas a Rusia. Allí está mucho en juego dado el importante rol que cumple Rusia en la política energética global. Gran parte de Europa necesita, sobre todo en invierno, el gas ruso, en especial Alemania”, indicó.
Las repercusiones se presentarán en el corto plazo tanto en el costo del combustible y el precio del dólar, presentando incrementos en el precio de ambos bienes. “Perú importa gasolina y el viernes, después de 6 años, el barril de crudo ha subido a más de 100 dólares entonces habrá un efecto directo”, afirmó el politólogo. La misma situación se producirá en el caso del trigo. El precio del dólar también va a subir debido a que el mercado internacional se resguarda en esta moneda.
Este sitio web almacena cookies en tu PC, las cuales se utilizan para recopilar información acerca de tu interacción con nuestro sitio web y nos permite recordarte. Usamos esta información con el fin de mejorar y personalizar tu experiencia de navegación y para generar analíticas y métricas acerca de nuestros visitantes en este sitio web y otros medios de comunicación. Para conocer más acerca de las cookies, consulta nuestra política de privacidad y cookies.