06 de septiembre, 2019
Su pasión por el voluntariado la llevó hasta los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Lima 2019. Andrea Marquina Molina fue especialista en selección y formación de voluntarios de Naciones Unidas (ONU). Formó parte del equipo, que estuvo a cargo de los 19 mil voluntarios en campo. Ella estudió administración de negocios en la Universidad Católica San Pablo.
“Yo me siento muy feliz de haber sido parte de los juegos. Lo más importante es el legado social que se deja. Ver el progreso de los voluntarios, desde que llegaron, los capacitamos y luego pusieron en práctica lo aprendido, es genial. Que te cuenten el cambio que esta experiencia representa en sus vidas es lo más lindo que te puedas llevar”, comenta Andrea.
Andrea junto a Bart Tilkin oficial del Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas
En el equipo de la ONU tenían claro que estos juegos eran del Perú, y no solo de Lima, por esos los capacitadores recorrieron el norte, centro y sur en la busca de voluntarios y luego para capacitarlos. Fue un trabajo arduo, de lunes a domingo, con jornadas que empezaban muy temprano y duraban hasta la madrugada a fin de tener todo listo. Andrea se emociona cuando habla de Arequipa, coincidentemente, le tocó capacitar aquí, su ciudad.
El equipo de la ONU que asesoró al Estado peruano para la realización de los juegos de Lima 2019 lo conformaron 60 personas, 31 como capacitadores, quien fueron seleccionados vía concurso. Cada uno tenía a su cargo la preparación de entre 700 a 1000 voluntarios, a quienes les explicaron acerca de los juegos, la cultura olímpica y los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para el año 2030.
Su dominio del inglés no solo le fue clave para ser seleccionada como voluntaria de la ONU, sino también para ser escogida como la voz oficial del curso virtual para los voluntarios, el cual era accesible para personas con discapacidad. Su conocimiento en este idioma lo profundizó durante la estancia de un año que hizo becada en Davidson College de Estados Unidos, entidad que tiene un convenio con la UCSP. Allí se desempeñó como docente asistente de su Departamento de Estudios Hispanos.
Iniciados los juegos, Andrea se desempeñó como consejera en el área de work force en la sede de Videna. Su rol no implicaba tomar decisiones sino aconsejar a los organizadores y velar por el bienestar de los voluntarios. En esa misma área tenía 23 voluntarios de Brasil, Argentina y de Perú a su cargo y en la sede hubo alrededor de 2 mil voluntarios que llegaron desde varios países no solo de América, muchos de ellos con experiencia en eventos deportivos grandes.
“Esta labor es muy satisfactoria porque estás ayudando a que tu país mejore creando una cultura del voluntariado que aquí no está muy desarrollada. Es asombroso ver a 19 mil personas, jóvenes, adultos y adultos mayores, dar su tiempo, dedicación e incluso recursos por un objetivo y saber que esos ciudadanos van a seguir trabajando por lograr un mejor país”, comenta.
Tras esta experiencia, reconoce en gran valor del deporte, que va más allá de lo meramente físico, sino que es un medio que ayuda a fomentar la igualdad de condiciones entre las personas y la no discriminación sea por el motivo que fuere.
Andrea se inició en el voluntariado a los 13 años, ahora tiene 24. Fue en la UCSP donde ese gusto se fortaleció durante sus estudios en la carrera de Administración de Negocios y en su trabajo como asistente en la Dirección de Relaciones Internacionales y Cooperación (DRIC).
“En la UCSP te brindan muchas oportunidades para hacer voluntariado mediante las áreas de Apostolado, Liderazgo Juvenil y la DRIC. Así, aprendemos a ver a la persona es su integridad, cuerpo, mente y espíritu, y desarrollamos habilidades que nos diferencian en lo profesional y personal. Aprendemos a poner lo humano en nuestra labor diaria y que somos ciudadanos de y para el mundo”, destaca.
Además de las acciones sociales, fue voluntaria en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se desarrolló en Arequipa en 2016, la junta mundial de cajas municipales desarrollado en nuestra ciudad, el año 2018, entre otros eventos.
Andrea culminará su labor como voluntaria de la ONU en octubre de este año, pero desde ya los voluntarios con los que compartió la esperan en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
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