26 de julio, 2023
Sismo de 5.5 grados de magnitud se produjo en Arequipa ocasionando daños en algunas infraestructuras, entre ellas el Teatro Municipal (Foto Derecha). Imágenes: Portal Frase Corta.
Brinda especialista en gestión de riesgos y docente de la UCSP
Arequipa está ubicada en una zona que tiene un silencio sísmico de más 100 años. Esto implica que hay un alto riesgo de que ocurra un terremoto de gran magnitud, recordó el especialista en Gestión de Riesgo y Seguridad y docente de la Universidad Católica San Pablo, Mgtr. Washington Cárdenas Huarca, a raíz del fuerte movimiento telúrico ocurrido este miércoles, el cual tuvo como epicentro la localidad de Vitor y una magnitud de 5.5 grados. Posteriormente se produjo otro sismo de 3.8 grados de magnitud y su epicentro fue la ciudad de Mollendo, Islay.
La zona en riesgo por el silencio sísmico abarca desde el sur de Ica en Perú hasta el norte de Antofagasta en Chile, debido a que allí se encuentra la falla geológica de Nazca, además está dentro el Cinturón de Fuego del Pacífico; y en el caso de Arequipa el riesgo es mayor porque está en una zona altamente volcánica.
Mgtr. Washington Cárdenas.
“Pese a estar en una zona muy sísmica y el haber pasado por varios terremotos, aún no aprendemos a convivir con este peligro natural, porque no hay una cultura de prevención desarrollada tanto a nivel de la población como de las autoridades. La normatividad es buena pero no está difundida, ni empoderada”, afirmó el docente del Departamento de Ingeniería Industrial de la UCSP.
Para el magister, por la experiencia vivida en Arequipa, se puede identificar de manera empírica la magnitud de los sismos. Un temblor solo genera vibración y pequeños movimientos, mientras que el terremoto ondula y mueve el suelo, por la aparición de la onda secundaria o “cizalla” como se le conoce por su comportamiento destructivo. Un sismo menor a 5.9 grados es un temblor, de 6 grados a más es un terremoto.
“Hay que comprender el comportamiento de los sismos para no tener una reacción desproporcionada. Ahora no se tiene un criterio de seguridad en el comportamiento cotidiano, se acuerdan de la mochila de emergencia cuando hay un sismo o se atiende el desastre cuando ya ocurrió y hay un costo social alto. La prevención no es efectiva porque la hacen por obligación”, sostuvo.
El especialista brindó algunas recomendaciones ante los movimientos telúricos, son el único peligro natural que no avisa, y no da tiempo para actuar antes de su ocurrencia.
– Verificar que los equipos y muebles en la casa estén bien colocados y asegurados para evitar su caída.
– Tener los espacios de salida libres y no trabados con objetos.
– Mantener la calma porque el sismo no va a durar más de 1 minuto como promedio.
– Evacuar del local donde se encuentre a un espacio libre hasta en 12 segundos.
– De no poder evacuar en el plazo indicado es mejor quedarse dentro del local.
– En las casas y los locales hay que identificar y señalizar las zonas seguras; columnas o vigas para permanecer apoyados en estas durante un temblor. Si la magnitud es mayor hay que buscar los triángulos de seguridad, que es la diagonal que forman el piso, la pared y un mueble.
– Deben hacerse simulacros y capacitaciones sobre seguridad por iniciativa propia en las casas, instituciones y empresas; y no solo en las fechas que el Gobierno designa.
– Buscar más información (no hay excusa para no hacerlo, pues ahora contamos con Internet).
– Si se presenta el desastre estar pendiente de los medios de comunicación, ya que informarán sobre la situación del mismo.
El especialista quien laboró en el Indeci comentó que muchas entidades públicas y privadas cuentan con equipos para atender emergencias, pero no con el personal capacitado para manejarlos y actuar frente a estos sucesos. Es necesario tener un equipo humano de primera respuesta que son las brigadas de seguridad, pero deben estar entrenadas y preparadas para atender de modo inmediato una emergencia o desastre.
“Hay información que debe ser considerada en las acciones de prevención. Por ejemplo, en el estudio de suelos hecho por el experto Julio Kuroiwa, la zona de Lara en Socabaya tiene un mayor riesgo de colapso porque su suelo es húmedo y su capacidad portante es de menor resistencia. Sus pobladores deberían ser reubicados”, finalizó el docente UCSP.
Este sitio web almacena cookies en tu PC, las cuales se utilizan para recopilar información acerca de tu interacción con nuestro sitio web y nos permite recordarte. Usamos esta información con el fin de mejorar y personalizar tu experiencia de navegación y para generar analíticas y métricas acerca de nuestros visitantes en este sitio web y otros medios de comunicación. Para conocer más acerca de las cookies, consulta nuestra política de privacidad y cookies.