Los Juegos Paranamericanos Lima 2019, han marcado una oportunidad para que cada uno de los peruanos, mostremos orgullo y apoyo a los paraatletas que actualmente participan en esto evento de gran magnitud.
Este evento ha permitido mostrar una realidad que frecuentemente suele ser imperceptible para la mayoría de peruanos, nos referimos a la inclusión en el ámbito deportivo de personas con discapacidad. Muchas entrevistas radiales o televisivas a la población peruana, reflejaban el asombro y cuestionamiento de los peruanos ante la adaptación realizada a las disciplinas deportivas para lograr la participación de los paraatletas.
Este asombro y frecuente cuestionamiento, refleja la escasa información inclusiva dentro de sociedad peruana. La cual, según el ranking de inclusión social 20191, realizado por la Fundación Adecco, muestra que el Perú es uno de los países menos inclusivos del mundo, ubicándose en el Puesto 100 de 125 países a nivel internacional y en el puesto 14 a nivel latinoamericano, sólo por delante de México, El Salvador y Venezuela.
Según el Índice de Competitividad del Talento Global (GTCI), de The Adecco Group, la escasa inclusión tendría una relación directa con la falta de tolerancia manifestada en discriminación hacia la persona con discapacidad, además de otras variables.
Esta realidad es visible, no sólo en contextos laborales, sino también en el sector educativo, social y de salud. La inclusión educativa ha avanzado muy lentamente, tanto en detección como en intervención. Las bases estadísticas que muestra el MINEDU sobre la cantidad de alumnos incluidos, reflejan un panorama muy general de la realidad, además de que, en la práctica, persiste la falta de conocimiento de parte de docentes y directores sobre las diversas estrategias inclusivas y de atención a los alumnos con discapacidad.
Por otro lado, en el sector salud, suele escucharse múltiples quejas de parte de los familiares de niños, adolescentes o adultos con discapacidad; quienes se sienten inconformes sobre la atención brindada por los establecimientos de salud privados como públicos. Muchos de ellos alegan que los costos y el tiempo de espera para acceder a una cita de terapia son excesivos, además de la falta de cualificación de parte de una gran mayoría de profesionales de la salud.
Finalmente, todo parte y concluye en la falta de sensibilización, aceptación, apoyo e inclusión a nivel social. Una gran parte de la población peruana tiene plagada una serie de actitudes, prejuicios hacia las personas con discapacidad, las cuales aterrizan en conductas y comportamientos discriminatorios.
Es necesario el fomento de la sensibilización basado en conocimientos claros sobre el respeto y la concepción correcta acerca de la persona con discapacidad. El cual debería ser transversal a todos los sectores del país, tanto en pequeños grupos poblacionales como en eventos a nivel nacional e internacional. Cuando exista un compromiso real de parte del estado en poner en práctica diversas prácticas inclusivas, podremos gozar de la diversidad funcional en la que vivimos, ya que es imposible hablar de una aceptación y promoción de la diversidad cuando no existe una cultura inclusiva.
Por: Milagros Cahuana Cuentas
Referencias
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