Instituto   para el Matrimonio y la Familia
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Leer en familia, cimientos para una vida luminosa

La lectura es una actividad solitaria muchas veces. Un libro llega a nosotros y lo disfrutamos en compañía de la paz y luz adecuadas o, en tiempos como los actuales, en los resquicios que nos dejan las intensas actividades diarias, a veces, incluso, mientras nos trasladamos de un lugar a otro en bus u otro servicio de transporte. Pero, si recordamos el inicio de la pasión por imbuirnos en esa alquimia fantástica que viene de unos sencillos ideogramas que forman en nuestras mentes fabulosas representaciones y mundos imposibles, esta viene del seno familiar.

¿Qué tan cierto y benéfico es que la familia lea junta?, podemos cuestionarnos. Vayamos por el inicio, el ser humano en los primeros cinco años de su vida hace las cosas por imitación. Nuestros niños adquirirán algún hábito si lo hacemos vida dentro del hogar, aún con los tiempos apretados, podemos gestionar esos espacios necesarios, antes que ingresen al sistema educativo formal, momento en el cual se va haciendo con cada año difícil el proceso de captar su atención a la lectura como disfrute y termina siendo un castigo, que se traslada a la etapa formativa superior como una deficiencia.

Por eso, para cuando el niño entra a la etapa escolar, debe tener una base necesaria aprendida en casa sobre el leer y, por lo tanto, sobre comprensión de lectura, que le permita su adecuado desarrollo. Estas habilidades son cuatro [1], según identificaron en el Panel Nacional de Lectura, (National Reading Panel) de Estados Unidos. La primera es la conciencia fonológica que ayuda a los menores en la identificación de las pequeñas unidades del lenguaje escrito y su comprensión, para que la segunda habilidad, cual es el deletreo sea fluida. La adquisición del aprendizaje entre letra y sonido es fundamental para la comprensión lectora y a esta la acompaña la tercera habilidad que es la fluidez. Un punto aquí a señalar es que ayuda a esta fluidez la lectura oral guiada que permite tiempos de repetición junto con el menor, y esa paciencia la pueden ofrecer los progenitores. La cuarta habilidad es la comprensión lectora, esencia de la lectura, fin principal que deseamos para reducir los tiempos de aprendizaje y adquisición de conocimientos.

Quisiera detenerme un momento aquí para recalcar la importancia de esta habilidad. En el Perú la falta de una comprensión lectora, retrasa el proceso de aprendizaje, en especial en los estudios superiores, en institutos y universidades. A un alumno que no comprende lo que lee, le cuesta más tiempo adquirir el conocimiento necesario para avanzar, ni digamos al momento de rendir un examen en el que la relectura de los enunciados se torna en un problema y acorta el tiempo de resolución de los mismos. Lourdes de la Puente [2], en su investigación sobre esta problemática, descubrió que el 44% de encuestados de dos grupos de preuniversitarios careció, absolutamente, de prácticas para desarrollar el hábito de lectura durante su infancia y un 14% reveló que estas fueron mínimas durante la misma etapa. Sin embargo, 78% reconoció haber contado con materiales de lectura. Es decir, había libros en casa, pero faltaba el incentivo.

Ese incentivo debe surgir del amor que tienen los padres por sus hijos, para comprender que no es comprar libros interesantes de coloridas imágenes y renombrados autores y dejarlos en las estanterías, sino, aún en la simpleza de leer juntos las caricaturas o comics, libros de figuras, un álbum de fútbol y su historia, o la biografía de su artista favorita, se crea ese vínculo afectivo entre el amor por la lectura y el amor familiar que sienta las bases de una relación de confianza.

Para poder incentivar, entonces, esa dinámica, propongo algunos consejos:

Dedicarle 10 minutos enteros diarios a la lectura juntos, puede ser antes de dormir cuando son pequeños, o cuando son niños pre púberes, unos 15 minutos de lecturas compartidas o acompañándose y luego hablar sobre lo leído. En la adolescencia, conversar los fines de semana sobre las lecturas que ellos mismos van escogiendo, pero siempre acordando en la semana sus tiempos de lectura.

En algún momento puede perderse el interés por leer, es allí donde entra la intuición y observación de los padres, para identificar los gustos de sus hijos y poder adquirir lecturas relativas a esas preferencias que pueden ser desde deportes, historia de las artes, sobre cómputo o videojuegos, las series y películas que les agraden, incluso sobre biografías de personajes relevantes o ídolos de sus hijos.

Tener un espacio de lectura ayuda. La pandemia nos ha hecho crear espacios de estudio en las casas, ahora en la presencialidad pueden aprovecharse para convertirse en espacios dedicados a la lectura o alguna otra habilidad blanda que desarrollen los pequeños, en la que los padres puedan acompañarlos leyendo cuando menores y en privacidad conforme crecen.

No tener miedo a debatir sobre las lecturas y también tener firmeza sobre el respetar algunas lecturas que por su edad aún no puedan leer. Verificar también las aplicaciones de lecturas de los adolescentes, porque, si bien la Internet nos trae la facilidad de encontrar textos de nuestro interés, también trae el peligro que las búsquedas lleven a lugares de lectura que no aporten en el proceso cognitivo y de mejora en la comprensión lectora, que ni siquiera sirvan para el entretenimiento a distensión que produce la lectura, sino que dañen el proceso. De allí la importancia de crear confianza entre padres e hijos para que, con verdad y sin barreras, puedan ellos preguntar sobre algún tipo de lectura y los progenitores puedan apoyarlos, comprenderlos y seguir animándolos a descubrir la luminosa magia, la alquimia insustituible, la herramienta poderosa, la pasión magnífica que proporciona la lectura.

 

Sarko Medina Hinojosa

Presidente de la Red de Escritores Arequipa (REA)

Profesor en los talleres de Cuento y Microcuento y Redacción Literaria en la UCSP

 

[1] Caballeros Ruiz, Marta Zoila, & Gálvez Sobral, José Andrés, & Sazo, Eva (2014). EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA Y ESCRITURA EN LOS PRIMEROS AÑOS DE ESCOLARIDAD: EXPERIENCIAS EXITOSAS DE GUATEMALA. Revista Interamericana de Psicología/Interamerican Journal of Psychology, 48 (2),212-222.[fecha de Consulta 7 de Abril de 2022]. ISSN: 0034-9690. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28437146008

[2] De la Puente Arbaiza, Lourdes María Elena, 2015. Motivación hacia la lectura, hábito de lectura y comprensión de textos en estudiantes de psicología de dos universidades particulares de Lima, para optar el título de maestría. Universidad Peruana Cayetano Heredia.

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