Celebramos la vida y la familia porque lo más profundo de nuestro ser lo reclama, aunque no seamos conscientes de ello. Porque en medio de nuestra agitada vida, es fácil perder de vista la maravilla de estar vivo y ser parte de una familia. Esto significa, ser parte de sus dolores, luces y sombras pero también es el lugar donde se teje nuestra historia, donde nacemos, aprendemos y donde experimentamos amar y ser amados.
Este artículo analiza un video publicitario que termina reflexionando sobre el verdadero valor de la familia ¿A quién invitarías a cenar si pudiera ser cualquier persona o celebridad viva o muerta? Son los niños quienes nos recuerdan con toda inocencia y espontaneidad que hay algo más elevado, pero a la vez simple, básico y esencial que anhela el corazón humano: el pasar tiempo en familia Eso solo lo dicta nuestra naturaleza hecha para el encuentro, necesitada de una mirada disponible, de un corazón atento al suyo.
Revisa el artículo aquí: https://catholic-link.com/tiempo-en-familia/
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