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Andina

El director del Departamento de Educación de la UCSP, Dr. Jorge Pacheco, hace algunas reflexiones en el Día del Maestro

El 6 de julio se celebró en nuestro país el Día del Maestro. En esta fecha tan importante, el Dr. Jorge Pacheco Tejada, director del Departamento de Educación de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) y maestro con una trayectoria de más de 50 años, reflexiona sobre cómo debe ser la educación y el rol de docente en contextos complicados como el actual.

“Educar sin perder el rumbo” es una especie de lema para el profesor Jorge. Ese rumbo al que hace referencia tiene que ver con una educación integral, es decir, que se recupere el sentido humanista. Volver a preguntas claves como, ¿qué es educar?, ¿para qué educar? “El fin fundamental de la educación es perfeccionar a la persona y con ella aportar al desarrollo de la sociedad y al bien común”, explica.

En ese sentido, señala que la gran falencia de la educación peruana es que dejó de lado a la persona y sus necesidades para priorizar contenidos cognitivos-pragmáticos, importantes también, pero no es lo único. Es preciso atender los aspectos socioemocionales de los estudiantes.

Para el profesor Jorge, una educación de calidad está ligada a la formación integral. Un buen sistema educativo tiene que considerar este aspecto mucho más ahora que se las carencias emocionales son marcadas, porque estamos frente a chicos que salen de los colegios sin un plan de vida o por lo menos una idea del mismo, que no pasa por asegurarse ingresos o un trabajo, sino por buscar como ser felices.

“Los chicos deben tener claras las potencialidades humanas. Esto pasa por saber pensar y por tener un desarrollo afectivo ordenado, en el que se le valore la comunicación, el respeto a los demás, la voluntad y libertad, entendiéndola bien, es decir con responsabilidad y no con la falsa idea de hacer lo que uno quiere sin ninguna reflexión de por medio”, indicó.

MAESTROS Y MODELOS

Desde su perspectiva, es fundamental que los maestros retomen su compromiso con la educación. “El Perú nos necesita”, afirma. Y una de las primeras acciones que cada maestro debe tener en cuenta es ser un modelo y guía para sus estudiantes, ser un referente para ellos.

También reconoció que ahora el maestro tiene muchos más desafíos que antes ante las carencias afectivas de los estudiantes, muchas veces en sus propias familias, tiene que ser él quien los ayude. “Si los chicos están frente a padres ausentes, el maestro tiene que estar presente, no para suplir los roles familiares, sino para apoyar a ese estudiante”, indicó.

Esta labor es, quizás, algo para lo que los profesores no están preparados, pero en una sociedad con una fuerte tendencia al individualismo y el egoísmo, es necesario que los docentes reconozcan que esta es ya parte de sus tareas: formar a sus alumnos en virtudes para que procuren su bienestar y el de la comunidad donde vive.

En ese sentido, indicó, es necesaria la educación presencial porque es la que permite generar vínculos con los estudiantes para apoyarlos. Esta apreciación no va en desmedro de la educación virtual, pero este es un modelo no debería ser asumido como permanente, sino como una alternativa para respaldar o suplir la presencialidad en caso de emergencias.

Lo que también hace falta, en su análisis, es recuperar el principio de autoridad, que ahora se ha perdido pues nos han hecho creer, falsamente, que va en contra de la “libertad”, cuando es ese principio de autoridad es clave para tener buenas relaciones interpersonales ya sea en la escuela, la familia o el trabajo. El bullying, cuyos casos se han disparado últimamente, es una evidencia de ello. De la falta de respeto por la autoridad, por los demás y por uno mismo.

Aunque el panorama puede ser adverso, el profesor Jorge, tiene esperanzas respecto a los docentes, porque desde su rol como director de un departamento de Educación donde se forman futuros maestros, ve en los jóvenes vocación y un gran ánimo de ser referente para sus estudiantes.

Lo que no le genera las mismas esperanzas es el desempeño del presidente de la República, Pedro Castillo y sus decisiones respecto a la educación nacional. “Es un tema controversial, me generó mucha expectativa tener a un maestro, el primero, como presidente, pero lamentablemente, no percibo en él ese carácter de maestro formador, quizás sea porque su labor fue más sindical. Me da pena decirlo, ojalá que en el tiempo que le queda logre demostrar el valor que tiene un maestro y quiera hacer bien las cosas”, señaló.

Finalmente recordó que la frase la “educación salvará al Perú” es una gran verdad en cuanto la persona es fruto de su formación. “Cuánta gente por falta de una formación adecuada se queda estancada, no sabe responder a los conflictos de la vida, destruyen sus relaciones o influye negativamente en su comunidad. La educación es la garantía del desarrollo de una familia, de un país, de una persona. El desarrollo personal de cada uno influye en el bien común”, afirmó.

Lo que también dejó en claro es que es clave educar hacia el bien común, porque así se reforzarán conceptos como el del “bien” y el de “comunidad” para tener un sentido social completo. “Hay muchos personajes que pensando en el bien común han logrado grandes cosas. Esa debería ser la fortaleza de un político, por ejemplo, que quiera hacer algo por la comunidad y no para sí mismo. Por eso es que tenemos que cultivarlo desde la escuela”, finalizó.