Todos, de alguna manera, guardamos en nuestro corazón un recuerdo agradecido por nuestros buenos maestros. Ese recuerdo agradecido se basa, casi siempre, en una anécdota que se torna inolvidable y que es la razón de nuestra gratitud. Ser maestro supone una relación humana profunda, una capacidad de comunicación bien trabajada que le permite detectar carencias, necesidades, potencialidades, no sólo desde