11 de abril, 2021
Es momento de pasar de la responsabilidad sanitaria a la responsabilidad política
Fuente: Escuela de Postgrado de la Universidad Católica San Pablo.
Este 2021, al igual que el año anterior, no será olvidado por todos los peruanos y tendrá un ‘lugar especial’ en nuestra historia. A los efectos interminables de la pandemia hay que añadirle el escándalo del ‘vacunagate’, las deslucidas elecciones generales y el bicentenario que recibiremos, en medio de un panorama sin motivos para celebrar.
Sin embargo, en opinión del docente de la Maestría en Humanidades de la Universidad Católica San Pablo, Jorge Martínez Barrera, “este es el momento para el resurgimiento ético y político del Perú”.
Jorge Martínez
“Hay que aprovechar todos los ‘ingredientes’ que hacen especial a la situación actual del Perú ¿Qué hacemos con todo eso? Si no es el momento para hacer algo bueno y duradero por el país, no sé cuándo lo será”, reflexionó.
En ese sentido, explicó que necesitamos un símbolo emblemático como el bicentenario de la independencia para repensar el Perú. “Este bicentenario se dará en condiciones especiales y por eso sería un ejercicio extraordinario de lucidez política para repensar el Perú”, afirmó el doctor en Filosofía por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).
Martínez, detalló que en esta labor debe participar toda la clase dirigencial del país. Es decir, no solo los gobernantes y parlamentarios, sino todos aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir una comunidad de personas, entre empresarios, rectores de universidades, decanos de colegios profesionales y otros representantes de los diferentes gremios sociales.
El punto de partida para iniciar esta transformación son las Elecciones Generales del 11 de abril, y la segunda vuelta derivada de la misma. Si bien, históricamente la participación democrática de la población se limita solo al sufragio, Jorge Martínez aclaró que en esta coyuntura se puede hacer algo más que eso y transformar la responsabilidad cívica de cumplir con las recomendaciones de bioseguridad por una responsabilidad política.
“En el Perú, tenemos un buen número de personas que cumple con las recomendaciones biosanitarias. Eso evidencia que se llegó a cierta conciencia en la responsabilidad de cada uno en el manejo de la pandemia ¿Por qué no aprovechar esto para pasar [ahora] a una responsabilidad política? Y decir: tenga cuidado a quién dará su voto. Tenga en cuenta que la única forma de participar en este sistema [político] contra el que usted despotrica es su voto. Por lo tanto, ¡piénselo bien!”, apuntó.
En cuanto a la repercusión del ‘vacunagate’ en los comicios presidenciales y congresales, Martínez señaló que pese a que la memoria de la población es muy frágil”, probablemente se imponga un “voto de castigo” para aquellos implicados en el escándalo de las vacunas recibidas de forma irregular, como el caso del exmandatario Martín Vizcarra.
Además, indicó que esta situación debería ser usada por los candidatos “bien intencionados” —aunque con un pobre respaldo electoral—, para posicionarse mejor y obtener un beneficio del ‘vacunagate’.
Jorge Martínez, también destacó que los reclamos de moralidad y actitudes éticas que se hacen para sancionar el favorecimiento de funcionarios de Estado, empresarios, entre otros, —al recibir la vacuna contra el COVID-19—, pueden quedarse cortos sin un marco institucional adecuado que disuada este tipo de tentaciones.
“No ganamos nada con estas exhortaciones éticas. Eso es puro voluntarismo. Ya se sabe que todo político y funcionario público debe ser honesto… pero desde el punto de vista de la institucionalidad política ¿contamos con los mecanismos necesarios para persuadir al político a no hacer este tipo cosas? Parece que no, y ahí es donde se debe trabajar”, enfatizó.
El docente universitario, puntualizó que allí está la diferencia entre nuestro país y otras naciones de Europa, que sí cuentan con instrumentos políticos e institucionales para evitar la inconducta funcional, la falta de ética y otros actos de corrupción.
“Estas cosas terminan alejando a la gente honesta del ejercicio de la política. No quieren ‘contaminarse’ y acaban divorciándose de la política y eso, es un círculo vicioso. La política no aparece como una actividad atractiva para las personas honestas”, concluyó.
Arequipa, 12 de abril de 2021
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